Como Dios,
lo sabemos,
el Arte habita en íntimos detalles.
“Virgen milagrosamente otra vez por la virtud absolutoria
del sueño”
Ahí está Dios.
¿Lo ves?
“Vos sos un capricho que mi presupuesto consiente”
Ahí, aunque no parezca, también.
¿Llegás?
“Ha visto el espíritu que lo habita y conoció su nombre,
pero sus hermanos están fuera del nombre.”
Y todo el resto, que es casi todo el resto, es literatura.