Ojalá que nunca nos elijamos,
me dijo,
el uno al otro para el amor,
hay tantos otros en la ciudad.
Ojalá que cada palabra que te diga,
me dijo,
de amor,
diga lo que dice y no diga nada más.
Ojalá que una tarde cualquiera te llame,
me dijo,
para estar al borde del río,
y no buscar tu cuerpo si te vas.
Ojalá que lo puro no se rompa,
me dijo,
lo inocente de todo,
la sencillez de la amistad.
Ojalá que la vida nos conceda,
me dijo,
querernos así como quien quiere
y no quiere nada más.
Ojalá que nunca nos enamoremos,
me dijo,
pues la amistad es tan bella
y el amor es tan vulgar.