Qué te parece, amiga, si salimos a caminar,
qué te parece si salimos a recorrer
las líneas paralelas,
profundas
que ahora vemos a través del cuadrado limpio
de esta ventana,
qué te parece si participamos
del invierno en curso,
si nos volvemos como un árbol
parte del paisaje
de otros que desde alguna ventana luego nos miran,
qué te parece si salimos a mirar, en cambio,
los eucaliptus de cerca,
los palos borrachos de cerca,
los fresnos de cerca,
qué te parece si alzamos del suelo
los frutos que se caen,
las ramas que se quiebran,
las hojas dispersas,
qué te parece, amiga,
si bajamos la escalera,
si doblamos la esquina,
si llegamos al parque,
levantamos la vista,
ampliamente,
y nos ponemos a caminar,
es tan sencillo el invierno,
tan tenso, si hace frío,
tan elemental,
qué te parece si cambiamos la simetría
de quien observa de lejos
por la incomprensión
de ver de cerca las cosas,
de estar a tientas junto a ellas,
qué te parece, amiga, querida amiga,
si llevamos estos cuerpos
a participar de lo vivo, de lo macizo,
de lo hueco, de lo ajado,
de lo duro, lo cortante, lo durmiente,
de lo informe,
de lo hermoso y de lo feo,
de lo anónimo,
lo irreductible,
qué te parece, amiga, si al poema lo escribimos luego,
al regreso,
si nos damos un rato para estar entre las cosas,
allá afuera,
con frío, con imperfección,
incluso con indiferencia,
qué te parece si dejamos las palabras
en el departamento,
con los otros libros,
con la música que nos gusta,
con Piazzolla y con Chopin,
y nos dejamos ir bajo el cielo,
con esterilidad, sin deseo,
qué te parece si salimos a caminar,
sencillamente,
a ser eso que son otros ahora,
eso que miramos,
eso que vive con simpleza
lo que miramos nosotros con fervor,
qué te parece si caminamos contra el sol,
ahora,
la tarde está bajando,
en un rato todos seremos hojas dispersas
y tenues,
o apagadas,
caminando por la avenida,
cuerpos ajenos en la diagonal,
cosas que se mueven entre cuerpos,
abandonados de todo,
carentes de sentido,
pues no necesitamos,
desde una ventana alguien verá, entonces,
un dibujo,
trazos en las calles,
la simetría de quien mira de lo alto,
como un cuadro,
que intentará dejar,
con un fondo de ironía, ya lo sé,
eso que sabe,
delicadamente en las palabras.