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viernes, 2 de diciembre de 2016

Borges o yo


a mi abuelo, cuya prosa busco

Una vez me hice una propuesta. Escribir una autobiografía usando solamente palabras de Borges, cuyas obras completas llegué a conocer, de manera natural, casi de memoria. Al término de las primeras páginas la empresa era exitosa; sin esfuerzo hablaba de mí con las palabras del otro; pero la sensación que me dejaba la lectura era a la vez reveladora y espantosa. La vida que quedaba articulada en esas páginas coincidía, de cerca, hecho por hecho, fecha por fecha, imagen por imagen, con la vida que yo me había propuesto figurar, la mía. Vista de lejos (o, quizá lo que es lo mismo, con mayor profundidad), esa vida era, esencialmente, la de Borges.

jueves, 10 de noviembre de 2016

Diálogos I


La nada vasta  
-         
 -         - No tengo nada que decir
-         - Bueno, eso ya es algo
-         - No tengo nada que decir
-         - Bueno, eso ya es un énfasis
-         - No tengo nada que decir
-          -Bueno, eso ya lo has dicho hasta el hartazgo
-          -No tengo más nada que decir

martes, 1 de noviembre de 2016

La sinfónica


¿existen miles de sinfonías que divergen,
que convergen o se cruzan,
o una sola sinfonía que no se tocó nunca?

La grupa (novela)


Capítulo I
Un hombre galopa al ras de la llanura sin agregarle nada a la verdad del campo y el caballo

Capítulo II
Tuvo la razón entre las piernas y el perfume inconfundible de lo invisible

Capítulo III
En la grupa de un caballo hay un hombre diferente

Capítulo IV
Hace calor afuera. De pronto todos los sentidos se aparecen. Todo llega.

Capítulo V
Enciende el fósforo. Demasiado se le nota que es precario. Y que no importa.

lunes, 31 de octubre de 2016

domingo, 30 de octubre de 2016

domingo, 16 de octubre de 2016

A Desde (autobiografía)


XII

Me desdigo de haber sido feliz
De querer a mi madre me desdigo
De ser mi padre, mi padre
De escalar o haber hecho las maderas de los árboles en siesta
De escribir todos los cien nombres que sabía o quería en la memoria
Me desdigo de las letras escribidas, de las páginas escritas mucho más
Me desdigo de haber sido, de querer ser y haber
Del criterio de escribir si algunas veces he clavado mi bandera en una luna
De saber si he sabido
De trepar si he trepado
De hablar
Me desdigo de la vida que he llevado
De la vida que no, no me ha sido dado llevar
Y de la vida en que me han visto
Me desdigo de las velas de los barcos que no he sido
De las velas de los barcos que me he hundido
Me desdigo de haber hecho de la vida un escrutinio, de temerle, de enfrentarla, de la dicha de no andar, no arrepiento me desdigo
Me desdigo de haber puesto la mitad de la infelicidad al servicio de otra muerte
Me desdigo de saber, de haber creado una casita y una cama en una cueva
Me desdigo de la noche inmemorial en que acunado a una dama inmemerial en el pasado
De la transpiración de los caballos, de los ecos, galopar no tiene dueños
Me desdigo ya de toda la traición, del alfabeto y sus consignas, improbable es la tierra sin surco
Me desdigo del decir de no haber dicho la verdad ni tampoco no haber dicho la mentira
Ni siquiera la ocación de ser un pájaro tras otro
Me desdigo
Un pájaro tras otro
Un pájaro desdigo
Me desdigo de haber sido de haber hecho
Una cosa más

martes, 4 de octubre de 2016

Versos de la pluma

LIX

Si desiste.
La mirada que me sostiene.
Entonces. No habrá más nada aquí que ver de frente.

sábado, 25 de junio de 2016

La voz


Enamorarse de una voz
como dicen que hicieron quienes a Ulises  precedieron
Andar después sin paz por esa voz
como dicen que hicieron quienes a Ulises precedieron
Morir después al fin por esa voz
como dicen que hicieron quienes a Ulises precedieron
Olvidar esa voz
después
como han hecho fatalmente quienes de Ulises no aprendieron
no es lo mismo que hizo Ulises.
Que Ulises supo.

viernes, 17 de junio de 2016

El llamado


alguien lo llamaba
alguien lo pedía
alguien necesitaba o lo ansía o le pedía que fuera
hacia él
alguien esperaba esa flor caliente ese planeta
todo de luz y calor
sin sombra
alguien precisaba ese fuego ondulante del otro lado de los edificios
de lo contrario no se entiende
(o no se puede o yo me niego)
cómo es que se fue
gradualmente pero de golpe
tan así como si nunca
como si siempre
(y ya no)
tan sin consulta 

domingo, 12 de junio de 2016

Mi padre

a su memoria

Mi padre, dicen, galopó, siempre hacia adelante, una buena parte de su vida. Un día, amargamente, dicen, encontró su propia huella. Ese día, presumiblemente, se puso a volver.

jueves, 19 de mayo de 2016

El adyacente


escribir es demorarse
prorrogar
es postergar
el no del sí
es aducir una ausencia parcial
o provisoria
pero eterna mientras viva
una vuelta por los alrededores de sí
la casa en la adyacencia
vivir
una noche de bodas sin tregua ni fin
en los alrededores
del crimen sexual es un crimen
hospedado en la periferia
sin centro
sin sí
con horror a los puntos finales
a las pieles desnudas
con el asco infundado a las rosas
que se abren esperma es cansancio
quiero decirlo es cansancio
pegado a la vida es un asco
también
que si vamos no estamos
que a llegar si  ya no estamos
si ya no somos sino aptos a venir
y punto

jueves, 21 de abril de 2016

Alguien


A Laura, como todo

como todo
se me fue de las manos
yo no sé ni para qué las tengo
o bien son la estela visible del desgobierno
la huella registrable de todo lo que yo no puede hacer
porque otro lo hace
perdón
porque hay otro que hace lo que yo no quiero hacer
no voy a preguntar cuál de los dos escribe este poema
eso es absurdo
y además lo dijo otro
y en mi caso es tan pedestre
y es tan poco literario
más vale preguntarme vanamente qué quiere
qué busca
si prescinde de mí en todo
si me quiere
o qué relación existe entre los dos
yo sí puedo decir de él que resulta siempre ser lo más lo poco verdadero
lo falso es lo que traigo yo
cuando lo venzo
porque se deja vencer
así es perverso
más vale preguntarme cuántos metros antes de la muerte nos resignaremos
a ser la misma cosa
o a dejar de ser
una de dos
más vale preguntarme si es a él a quien le gusta Emily Dickinson
cuando no entiende
o si es él quien ha leído un poco en vano a Jacques Lacan
se es él quien ha creído un poco ciegamente en la fatalidad
en el lugar de lo ilegible
porque a mí todo se me va de las manos
yo no sé ni para qué las tengo
porque siempre termino igual
él sin tiempo
en cambio
sin espacio
haciendo y bien lo mismo siempre
sin falla
y yo sabiéndolo
pero detrás
que soy su sombra
a su vez que lo sostengo con un cuerpo pequeñito soy su sombra
y lo reflejo
soy el ave necesaria para ver el cielo desde adentro
soy la última centésima de ocaso
porque al sol lo trae él
y no solo
porque al sol lo trae y se lo lleva él


miércoles, 13 de abril de 2016

mi menor


si pongo mi menor en la guitarra
el resultado
bien puede ser
una canción de amor
celebratorio
del amor
o perdido
o por nacer quién sabe
o deseado
por qué no
o puede ser también una canción recordatoria
de ausencias
aparentes
nostalgias
no me gusta esa palabra
o festejante
de presencias
de realidad, digamos
porque el asunto bien puede ser reducido a dos cosas
pienso
quiero decir si es real
la cosa o no es real
y preguntarse no sé si vale la pena
porque uno sabe
ni bien vuelca en la guitarra el mi menor
si lo que viene te existe
o no
porque las cosas te existen
o no
y el mi menor las convoca
las crea quizá
las invoca
no sé
a veces con séptimas, novenas
y se le puede agregar, incluso
allá en lo agudo
la oncena
total la sexta sostiene
allá en lo alto, profunda
gruesa, grave
presente
sonora
tectónica
vibrante
¿irreal?
sostiene, digo
todo lo que venga
sea eso lo que sea
luego
en forma de acorde, bien puede ser
o de arpegio
las canciones de amor que la sigan
ya son otra cosa, eso es seguro
encima de ella
es como un viso, pienso
de irrealidad
tan almohada ella
que les da a las cosas
y a la vez
convincente
pues canta
y te convence
pues hace de la cosa la otra cosa
y entonces pregunto si existe
la cosa
y claro digo que existe
el error está en la pregunta
como siempre
el error está en la pregunta
que horada
no en la guitarra
no en la cuerda
no en el mi

jueves, 7 de abril de 2016

a mis deudos


tengo miedo
de pedirle a mis deudos
encarecidamente
que arrojen al fuego
completa
mi obra
y obedezcan
con honestidad
de decirles mi sueño
de morir inédito
de una buena vez
y ser creído
de veras
y comprendida la necesidad
y mi voluntad
que no fue oída en vida
por fin es complacida
de muerto
cuando no importa
o sí
tengo miedo
de dejarle a los cuervos
la carne empeñada
durante siglos
y siglos
en una hoja
que no merece
estoy seguro
la gloria de ser un libro
grande
ni el infierno
improbable
de ser oído
tampoco
o de no serlo

sábado, 2 de abril de 2016

mal desnudo

a laura, que no se acuerda

mal desnudo
será eso
pregunto
o mal vestido
hay una cosa
segura
que es algo
relativo a la falla
optativa
obligada
preferida
rebuscada
pregunto
camuflaje
de esencias ancestrales
de selvas
ríos
que no se pueden ver
pero se alcanzan
selvas
que no se pueden ser
pero se han sido
ríos
que no podemos navegar
pero que es acá
nomás
donde nos han traído


viernes, 25 de marzo de 2016

Poesía y Verdad


Una idea, lo sabemos, es una emergencia. Una rara emergencia. Y digo emergencia en el sentido de la asunción pero también en el de urgencia o, mejor, en el de la súbita aparición. Y digo rara en el sentido de lo escaso y de lo extraño.
La idea a la que quiero atender es mínima. Es mínima y es consabida, también. Me interesa entonces contar una historia. La historia de la asunción. Y no es vocación narrativa lo que me mueve, más bien deseo enfático de confirmación, de refuerzo de una vieja y ajena argumentación.
La historia es la de las ideas previas que convergieron en esta idea mínima a la que vienen presuntamente a confirmar.
La primera es una anécdota personal. Es un texto en soporte de celular. Un amigo, de una lucidez a veces extrema (y me importa este tema de la lucidez) me escribe lo siguiente. Me dice que sus pensamientos conyugales oscilan entre dos posibilidades de explicación de un presunto fracaso. Una, su “síndrome de alpinista” (refiriéndose a su obstinación en remontar lo imposible); otra, su “equivocación de cama”. Es decir, su padecimiento de “30 años” acusa, o bien una tendencia propia de esfuerzo sisífico por encumbrar una piedra imposible, o bien un error en la elección de mujer, digamos.
La disyunción desde un principio produjo ruido, pero tardé en comprender lo que luego me pareció en un nivel más profundo, sólo (o nada más y nada menos que) una falacia, una seudodisyuntiva. Interrogué: ¿la cosa no se resuelve si suponemos, ya que el modo de pensar psicoanalítico ya nos ha ganado del todo, que la elección de mujer imposible de remontar responde a su síndrome de alpinista? ¿No es que es Sísifo quien elige fatalmente la imposibilidad de la piedra?
Y bien, ya que el psicoanálisis entró en nuestras lógicas, ¿qué hace que un hombre extremadamente lúcido, no detecta la falsedad de la alternativa? Y una respuesta argentina, digamos, si no occidental, sería lo que Freud, y luego sus discípulos, incluido el que volvió a sus textos para fundarse, llamaron “resistencia”. Mecanismo inconsciente por el cual se niega lo que se sabe, digamos, un modo de ocultamiento o negación, para decirlo fácil, una estructura profunda e históricamente sólida evitante de emergencias de verdades posiblemente turbadoras a la superficie. Entonces, un pensamiento, un razonamiento, una lucidez, un intento de acceso a la verdad que encuentra su límite inexpugnable en el inconsciente, o, más precisamente, en su “resistencia”.
Por otro lado, y volviendo a quien volvió magníficamente a Freud, Jacques Lacan, leo en un texto suyo algo que dice como a la pasada (las genialidades parecen tener a veces ese destino rinconero, marginal), porque está tratando otras cuestiones, a saber, que Freud era un ejemplo evidente de cómo quien está meramente en busca de la verdad puede tener un mayor acceso a ella que el especialista. Y alude luego a esa verdad que no viene al caso referir acá.
A quien esto escribe, leyendo esa genialidad del francés, se le vino como por encanto una fijación, a saber, la poesía. La poesía como un discurso que busca “meramente la verdad”, sin ser especialista. Es decir, la poesía –o lo que voy a llamar ahora un poco arbitraria y tautológicamente  poesía- como un discurso despojado de saberes institucionalizados, de marcos regulatorios, de legislaciones mentales, de correcciones políticas, de mandatos culturales, de exigencias ordinales, de requisitos de coherencia o legibilidad. En síntesis, la poesía como una textualidad parcialmente despojada de internas y externas “resistencias”.
Y es ahí donde asomó lo que llamo la idea mínima y repetida. Como un breve tallo de dos árboles nacido. La idea fue la mera adición de un nexo causal entre ambas ideas ajenas. Un porque que vino a confirmar algo que no dejará nunca de ser intuitivo.
La poesía es, por todo lo anteriormente decidido, lucidez menos resistencia.
La poesía puede (acceder a la verdad) porque es lúcida y abjura de resistencias.

miércoles, 24 de febrero de 2016

el ardor


el tiempo de labranza es largo y templado
incómodo o perfecto o a veces las dos
el ardor es breve y doloroso
genial
un instante
apenas
que se alarga pero muerto
y yo me rasco
y él se muere
y así, sin nada, quedamos los dos

domingo, 21 de febrero de 2016

la mano de la pluma (abismos)


la distancia
que me separa
de la sintaxis
se agranda
cada vez

cada vez está más lejos
la mano de la pluma

jueves, 11 de febrero de 2016

canción de luna en primavera


morir
de a poco
o en paz
no es lo mismo
ni nada
morir
ejemplo
el sauce
morir
si acaso
laguna
morir
pongamos
en rezo
morir
siquiera
la luna
no es lo mismo
os juro
yo que he muerto
os juro
no es lo mismo


domingo, 7 de febrero de 2016

al lector


cuando escriba algo 
como la gente
te tendré al tanto
oh lector
ahora estoy enamorado

viernes, 5 de febrero de 2016

Los mudos


 No es cierto que los mudos guardemos un secreto. Quiero decir, no es cierto en el sentido en que lo he escuchado, esto es, que los mudos conservamos dentro nuestro una suerte de tesoro, amuleto o riqueza preverbal o verbal, incluso, que no nos atrevemos o no podemos, pues es preverbal, decir. No. Los mudos, y lo digo con la representatividad que se quiera, somos mudos porque no podemos hablar. Es una cuestión fonética o anímica pero nunca semántica, metafísica o mística. Somos mudos. El decir que no decimos no es más grande que nuestro silencio. Repito. El silencio es lo demás. Por favor, no nos carguen con la responsabilidad de ser eternos, ni profundos ni complejos. Somos mudos. Carecemos, del todo o apenas, de habla. Eso es todo. Luego habrá mudos y mudos. Como hay poetas y poetas. Como hay gente y gente. Eso es todo.

jueves, 4 de febrero de 2016

tristeza

"un hombre ligeramente triste"


tristeza
desencanto en las alas
donde hubo alas
disiente
el color del cielo
y el cielo
que de noche se ve en el cielo
he querido 
pescar con mi lluvia
pescadora
el poquito de humedad
que tan de prisa 
secó
y ya
tristeza
desencuentro en las alas
donde hubo alas
y un calor seco en enero
(¿febrero?)
que me dejas sin alas
donde hubo alas
hay lana
hay balas
malas
que estos versos que cantan 
espantan
no sé
quizá
o alimentan

jueves, 7 de enero de 2016

el oro de la trama


contengo
clamor
del fervor
me deshago y vierto
gotas
la tela sin agua 
de súplicas
soplo
sin rezo
y
de mí desisto
me cuido 
de adolecer
ser
para que crezca
adusta
tibia
la cosa que nace
serena
que no enferme
acólita
la cosa que crece
un ala
me aprisiono
sin roce
jaulas
de mí en otro
me arresto
de gemir me amparo
y tejo
más que destejer
labro
el oro de la trama
o
la pura perla
pulo
para mí la nada
todo
en cambio
para él
el que nace

lunes, 4 de enero de 2016

Resumen


XXXI

será mi cuerpo quien decida
ignoro si con violencia
a qué lado de la contradicción dormiremos