a mi abuelo, que no sabe leer
La historia es sencilla y de algún modo banal. Tanto que
podría referirla en unas pocas escenas. En la primera habría un lobo. En la
segunda habría un lobo también pero descifrando signos en las hojas. En la
tercera el lobo descarta el amor y se recuesta. Un palito con el que se han
trazado unas cuantas líneas en la tierra sería la última.
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