No es cierto que los mudos guardemos un secreto. Quiero
decir, no es cierto en el sentido en que lo he escuchado, esto es, que los
mudos conservamos dentro nuestro una suerte de tesoro, amuleto o riqueza preverbal
o verbal, incluso, que no nos atrevemos o no podemos, pues es preverbal, decir.
No. Los mudos, y lo digo con la representatividad que se quiera, somos mudos
porque no podemos hablar. Es una cuestión fonética o anímica pero nunca
semántica, metafísica o mística. Somos mudos. El decir que no decimos no es más
grande que nuestro silencio. Repito. El silencio es lo demás. Por favor, no nos carguen con la responsabilidad de ser
eternos, ni profundos ni complejos. Somos mudos. Carecemos, del todo o apenas, de
habla. Eso es todo. Luego habrá mudos y mudos. Como hay poetas y poetas. Como
hay gente y gente. Eso es todo.
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