La luna te quería
Los tilos de la plaza te querían
Los libros de la mesa te querían
El sol a la mañana
La casa te quería
El ruido de la lluvia te quería
Los dados de los juegos te querían
La calle silenciosa
Las plantas te querían
Los lados de la puerta te querían
Los vidrios transpirados te querían
La gente en los retratos
Los lunes te querían
Los sábados de viajes te querían
La ciudad te quería
Las rosas de los vasos
La noche te quería
El paso de las horas te quería
Las venas de las hojas te querían
Las cosas que me sobran
Es de una belleza conmovedora, sutil y sencilla.Me encantó!Gracias por escribir tan hermoso.
ResponderEliminarLa sencillez,la claridad y la profundidad de este texto me emocionan. Esa manera de nombrar sin nombrar. Definitavamente optimista! Siga por ahí que viene muy bien!felicitaciones.
ResponderEliminarSi todo eso existe en este poema, sin duda, íntimamente, sentiré al fin que lo he logrado. Gracias, mi estimadísimo lector.
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