y después de cada tren había un silencio
una espera reaprendida
un reposo del deseo
una estela desmedida
un reencuentro en la brutalidad del sol
después de cada tren había un reencuentro del pasado
una restauración del sinsentido
una inutilidad de la mueca
un recuerdo de fantasmas
y una tímida solicitud de reaparición
en mi pueblo después de cada tren había un aullido
en cada pecho y para nadie
una respiración nuevamente apercibida
un enterramiento nuevo en mitad del campo inmenso
y después de cada pozo una cruz
IMÁGENES NOSTÁLGICA Y MELANCÓLICAS.
ResponderEliminarUN ABRAZO
Sin duda.
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