Hablaban de un caballo.
Yo creo que era un ángel.
Oliverio Girondo
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¿Vino?
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Sí, pero se fue
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¿Adónde?
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¿Qué importa eso? ¿Realmente creés que puede haber ido
a alguna parte?
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¿Vos lo viste?
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¿Hoy?
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Alguna vez
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Sí
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¿Adónde?
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Bueno, adónde es una pregunta un poco excesiva. Lo
sospeché, lo intuí, lo deduje.
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¿Adónde?
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No sé, no sé. Había algo detrás que te hacía pensar en
algo, en algo más que lo que mirabas que lo que veías.
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Las palabras engañan.
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No seas simple.
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Las palabras son máquinas de construir charcos en la
nada.
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No te hagás el poeta que te queda mal. Las palabras a
veces son algo más, no digas, ¿o me vas a decir que nunca lo sentiste?
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¿A él?
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A él, sí a él. Digo que a veces las palabras dicen algo
más. Quiero decir, a veces tienen algo más.
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¿Cuándo salen o cuándo llegan?
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No seas cínico. Eso es falta de inteligencia.
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¿Qué cosa?
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El cinismo
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Es falta de admitir la falta de inteligencia. Yo digo
“algo” y no digo más no porque me haga el misterioso sino porque no sé nada
más. Vos te ponés cínico delante de la perplejidad.
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Ahora sos vos el poeta.
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Pelotudo.
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Ahora sí, ¿ves?
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Ahora sí, ¿qué?
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Ahora sí que puedo ver que las palabras tienen algo más
que forma y fondo. Pelotudo. Sí. Pero ya lo perdió. Mirá. Pelotudo.
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Vos a él lo viste, lo que pasa es que lo envidiás. Le
envidiás el uso. Le envidiás las palabras con carne.
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Yo lo oí hablar. Eso no es ver a nadie.
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Vos lo sentiste.
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Puede ser.
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¿Y por qué te cuesta tanto aceptarlo?
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Porque lo extraño.
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No seas estúpido que yo sí lo extraño de veras.
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Entonces lo conocés.
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No. No lo conozco. Pero logró que lo extrañara.
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¿Ves? Vos sos el pelotudo.
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Él se agotó. Estuvo acá, yo lo ví, pero se agotó.
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¿Y esa agua?
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Es un charco. O acaso te estás volviendo creyente.
"¿Lo viste? Seguro que vos también lo viste..." (La bicicleta blanca, Horacio Ferrer poeta con la música de Astor).
ResponderEliminarYo también lo vi.
yo lo vi y me gusto muchisimo ! esta lleno de vidas
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