leo
reduzco mi vida a dos círculos celestes
de lejos un caballo gritón me busca para su grupa
leo
vigilo la oscuridad de otro desde la oscuridad que viene de
mí
de lejos un caballo se hace grande en una vieja inmensidad
leo
anudo un mundo perdido a un mundo por perder
de lejos un caballo alza el cuello o me reparte la intimidad
de un olor
leo
debajo de mí una tremenda soledad nos hace mudos y yo no escucho
la llovizna que calla
de lejos un caballo llama y suda sombra negra sobre un lomo
bicolor
leo
el piano que me toca lanza notas sin alma
de lejos un caballo se acobarda o se cansa ya de mí
leo
un caballo se dibuja sin relieve debajo de dos círculos
celestes
yo vigilo su soledad sin carne
y la vigilia no me alcanza para nada
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